Alerta máxima para hoteles y agencias: la nueva regulación al turismo digital en Colombia que puede cambiarle el juego a tu negocio

Mientras te organizas para la temporada alta, en Bogotá se cocina una decisión que puede cambiar de fondo la forma en que vendes y operas tu negocio turístico. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) está avanzando en una nueva regulación del turismo digital en Colombia, con especial atención a plataformas como Airbnb y a todo el ecosistema que comercializa servicios turísticos por internet. (Fuente: Noticias Día a Día)

Para el viajero común, esto puede sonar a un ajuste más en las leyes. Pero para ti, que tienes un hotel, una agencia, una operadora de experiencias o un emprendimiento de glamping, esta discusión toca el corazón de tu estructura de costos, tu competencia y la forma en que captarás reservas en los próximos años.

¿Qué está pasando realmente con el turismo digital en Colombia?

El MinCIT viene trabajando en un marco normativo para ordenar el turismo digital: desde el alojamiento por plataformas hasta actividades, tours, transporte turístico y experiencias vendidas en línea. El foco visible es Airbnb, pero no se limita a ellos: el objetivo es que todo actor que ofrezca servicios turísticos en Colombia –sea un gigante tecnológico global o un emprendimiento local– cumpla reglas claras de registro, tributación, estándares de calidad y protección al consumidor.

Esto incluye temas como:

• La obligación de inscribirse en el Registro Nacional de Turismo (RNT) para poder operar legalmente, incluso si solo vendes por plataformas digitales.
• Mayor trazabilidad sobre quién ofrece alojamientos y experiencias, en qué condiciones y bajo qué régimen tributario.
• Posible corresponsabilidad de las plataformas digitales para verificar que los anfitriones o prestadores estén formalizados.
• Discusión sobre impuestos, tasas y contribuciones específicos asociados a la venta en línea de servicios turísticos.

En otras palabras: el “salvaje oeste” del turismo digital empieza a tener sheriff. Y aunque pueda sonar amenazante, también abre una ventana de oportunidad enorme para quienes ya hacen las cosas bien… o están dispuestos a ordenarse.

Por qué esto importa tanto si tienes un hotel, agencia u operador

Durante años, buena parte de la frustración del sector formal ha sido competir contra alojamientos y experiencias informales que venden más barato porque no pagan lo mismo en impuestos, normas de seguridad o estándares mínimos. La nueva regulación apunta, precisamente, a reducir esa brecha.

Para un hotel pequeño en un destino de naturaleza; para un operador de tours urbanos en Bogotá o Medellín; o para una agencia que vende paquetes combinados, esto puede significar tres cosas muy concretas:

1. Un nuevo mapa de competencia: si la norma exige que todos los anfitriones de alojamientos por plataformas cumplan el RNT, reglas de uso del suelo y requisitos tributarios, muchos competidores informales podrían salir del mercado o verse obligados a subir sus precios para alinearse con los costos reales de operar.
2. Más presión regulatoria para quienes ya están formalizados: la otra cara de la moneda es que el Estado tendrá más herramientas para fiscalizar también a los negocios formales que venden por internet. Si hoy llevas las reservas en hojas de cálculo y facturas a medias, el margen de error se reduce.
3. Cambios en los canales de venta: las plataformas podrían ajustar comisiones, procesos de verificación y condiciones de uso para alinearse con la regulación. Eso puede impactar tus márgenes, tu dependencia de ellas y la necesidad de fortalecer ventas directas.

Airbnb en el centro del debate… pero no es el único afectado

El foco mediático está en Airbnb, porque concentra buena parte de la oferta de alojamiento turístico digital y ha transformado barrios completos en ciudades como Medellín, Cartagena y Bogotá. La discusión incluye preocupaciones por el acceso a la vivienda, la convivencia en edificios residenciales y el impacto en los precios de arriendo en zonas turísticas.

Sin embargo, la regulación que se plantea no se limitaría al alojamiento. Cubre también:

• Plataformas que venden tours y experiencias de terceros (tipo marketplace).
• Aplicaciones y sitios que conectan transporte turístico con viajeros.
• Agencias 100 % digitales que venden paquetes sin tener un local físico.

Si vendes por plataformas globales o nacionales, estás dentro del radar. Y si aún no lo haces, el entorno al que vas a entrar será muy distinto al de hace cinco años.

¿Quién gana y quién pierde con este nuevo escenario?

En el corto plazo, la sensación en el sector suele dividirse:

• Ganan los empresarios que ya están formalizados, pagan impuestos, cumplen normas de seguridad y calidad, y han hecho el esfuerzo de tener su RNT al día. Su principal argumento de que la competencia informal es desleal empieza a tener eco regulatorio.
• Pierden quienes se apoyan en la opacidad digital: alojamientos sin registro, operadores sin seguros, experiencias sin permisos. Muchos de ellos tendrán que decidir entre formalizarse o salir del mapa.
• Los grandes jugadores digitales tendrán más obligaciones, pero también la capacidad de adaptarse rápido y seguir dominando, ahora con reglas claras.

A mediano plazo, el verdadero ganador podría ser el destino Colombia en su conjunto: un entorno más ordenado, con mejor control de calidad, seguridad y trazabilidad, genera confianza internacional. Eso se conecta directamente con el auge turístico que vive el país, con proyecciones de más de 21,7 millones de viajeros para el cierre de 2025, según la Presidencia de la República y MinCIT. (Fuente: Presidencia de la República)

Señales claras para el sector: formalización, datos y profesionalización

Más allá de la letra fina que definirá la nueva regulación, hay tres mensajes que el Estado le está enviando al turismo colombiano:

1. La formalización ya no es opcional
   Si tu negocio depende del turismo, tarde o temprano te van a exigir estar en el sistema: RNT, facturación electrónica, cumplimiento fiscal. Esto no es solo un requisito legal: cada vez más plataformas y bancos piden trazabilidad para permitirte vender, cobrar y acceder a financiación.
2. Los datos son el nuevo idioma del sector
   Para diseñar políticas, el Estado necesita saber quién vende qué, dónde y a quién. Por eso la presión no será solo tributaria, sino también de reporte de información. Los empresarios que aprendan a usar sus datos (ocupación, canales de venta, ticket promedio, nacionalidad de huéspedes) no solo estarán en regla: tomarán mejores decisiones.
3. Profesionalización de la experiencia turística
   El turismo digital no es solo “subir tu negocio a internet”. El viajero compara reseñas, tiempos de respuesta, claridad en políticas de cancelación, fotos, idiomas y medios de pago. En un entorno regulado, esos detalles se vuelven aún más críticos, porque el viajero tendrá más confianza en denunciar o calificar negativamente a quienes no cumplen.

¿Qué deberías hacer desde ya como empresario turístico?

No necesitas esperar a que se publique el decreto final para moverte. Hay acciones concretas que puedes empezar hoy:

• Revisa tu estatus de formalización: ¿Tienes RNT vigente? ¿Estás cumpliendo con los requisitos municipales y de uso de suelo? ¿Tu facturación está alineada con lo que realmente vendes en plataformas y canales directos?
• Ordena tus canales digitales: identifica cuánto de tu venta depende hoy de OTAs, de plataformas tipo Airbnb o de tu canal directo. Simula qué pasaría si las comisiones suben o si algunas ofertas se restringen. Tener este mapa te evita sorpresas.
• Actualiza tus procesos internos: reservas, check-in, reportes a autoridades, contabilidad y servicio al cliente deben conversar entre sí. Si cada área es una “isla”, te costará más adaptarte a la nueva regulación.
• Fortalece tu propuesta de valor: si el precio deja de ser la única ventaja de algunos competidores informales, se vuelve más importante destacar en servicio, experiencia, sostenibilidad y diferenciación.
• Sigue de cerca la discusión: gremios, cámaras de comercio y asociaciones del sector suelen emitir resúmenes y alertas sobre estos cambios. Participar en estos espacios te da voz y te ayuda a anticipar implicaciones prácticas.

Un sector que crece… y deja de ser invisible

Colombia lleva varios años batiendo récords en turismo internacional y avanzando en sostenibilidad como eje de su oferta. Las inversiones en infraestructura turística y en destinos emergentes –más de un billón doscientos mil pesos entre 2022 y 2025, según MinCIT– apuntan a que el turismo deje de ser un “complemento” y se consolide como motor económico y social en más de 600 municipios del país. (Fuente: MinCIT)

Ese crecimiento trae una consecuencia inevitable: el sector deja de ser invisible para las autoridades y entra en una fase de mayor supervisión. Lo que hoy ves como más “trámite” también puede ser la puerta a más apoyo, incentivos, promoción internacional coordinada y acceso a líneas de crédito específicas para turismo.

Cerrar filas con la tecnología: cómo prepararte mejor

Si algo demuestra este movimiento regulatorio es que el turismo colombiano está entrando en una etapa más compleja y profesional: más viajeros, más canales, más reglas y más datos que gestionar. En este contexto, apoyarte en tecnología deja de ser un lujo y se convierte en un mecanismo de supervivencia.

Sistemas de gestión con inteligencia artificial permiten centralizar reservas, automatizar reportes, seguir la trazabilidad de tus ventas por canal y anticipar picos de demanda o caídas de ocupación. Eso no solo te ayuda a cumplir con las exigencias normativas, sino a tomar mejores decisiones de precio, promoción y operación diaria. Una solución como Traviux… puede ayudarte justamente a ordenar ese “backstage” del negocio, conectar tus canales digitales y mantener en regla la información que autoridades, bancos y plataformas te van a pedir cada vez con más frecuencia, sin que tengas que volverte experto en regulaciones o en análisis de datos.